Las ostras del Sado “al natural” son otro de los platos esenciales en el menú de cualquier restaurante de la ciudad. Este molusco se produce por excelencia en el estuario del Sado y es muy apreciado “al natural”, apenas rociado con jugo de limón.

En el siglo XX, los estuarios del Tajo y del Sado eran de los mayores bancos naturales de producción de ostras en Europa. En la zona de Setúbal, la producción de ostras llegó a emplear a más de 4000 personas. Este molusco se exportaba principalmente a Francia. Sin embargo, la llegada de la industria pesada a las orillas del Sado y la consiguiente contaminación del agua dictaron el fin de la producción de este molusco.